domingo, 20 de noviembre de 2011

Fin de la Guerra de Reforma


El gobierno conservador consiguió un empréstito con la Casa Suiza Jecker por la cantidad de 600 mil pesos, entregando a cambio bonos del Estado mexicano por 15 millones de pesos. Posteriormente, el empréstito fue una de las razones invocadas por el gobierno francés para intervenir en México. Con ese dinero el presidente conservador Miguel Miramón intensificó la guerra e intentó tomar Veracruz. Sin embargo, Juárez con ayuda de una escuadra de guerra norteamericana capturó a los conservadores, lo que definió el triunfo de los liberales.

En enero de 1861 Juárez y sus ministros entraron victoriosos a la capital del país.

La guerra había concluido, entonces se procedió a preparar nuevas elecciones para presidente de la República y el resultado de ellas favoreció a Benito Juárez.

Tratados

Tanto el gobierno liberal como el conservador tenían partidarios en diferentes estados del país, así que como consecuencia de existir en México dos gobiernos opuestos, se dio una división territorial mientras unos estados apoyaban al gobierno liberal otros defendían al conservador.

Durante el primer año de la guerra, los generales Miramón y Márquez obtuvieron brillantes victorias sobre las tropas liberales, pero el segundo año hubo triunfos para ambos contendientes. El conflicto continuaba mientras los recursos normales se agotaban, por esa razón conservadores y liberales buscaron la solución en el extranjero, los primeros se inclinaron por Europa mientras los segundos esperaban, por afinidad de principios, la ayuda norteamericana. Ambos gobiernos coincidían en que era preciso apresurar el fin de la lucha para evitar una intervención extranjera.

Un arreglo entre los partidos era imposible por sus diferencias y por la violencia de la guerra y se necesitaban recursos económicos para alcanzar la victoria, así que tanto liberales como conservadores celebraron tratados comprometedores para el país en su intento por conseguir apoyo exterior. Claro que uno y otro partido se acusaron de traidores a la patria, pero afortunadamente dichos tratados no llegaron a tener efecto.

Leyes de Reforma

El gobierno liberal, por su parte quería acabar con el predominio e influencia del clero en la sociedad de entonces, en ese sentido se emitieron, también en 1859, las leyes de reforma que establecía:

- Nacionalización de los bienes del clero (ya no con la pretensión de desamortizarlos, sino que los bienes del clero pasaran a tomar parte del patrimonio nacional).

- Separación tajante de la Iglesia y el Estado (cada institución debería concretarse exclusivamente a sus propios asuntos: Fíjate que aquí el estado elimina su pretensión de controlar a la iglesia a través del Patronato Real).

- Eliminación de la obligación civil de pagar obvenciones (como el pago de matrimonios religiosos).

- Libertad de cultos (se crea desde entonces la opción de ser creyente de cualquier religión, ya no solamente católica).

- Matrimonio y Registro Civil (los nacimientos, matrimonios y defunciones anteriormente los registraba la iglesia, en adelante el Estado sería quien los haría y les daría validez).

- Secularización de cementerios (antes los panteones eran propiedad del clero, a partir de esta ley serían de Estado.

Constitución de 1857

En 1854 se formó el congreso constituyente encargado de elaborar una nueva constitución, que fue terminada en 1857.


La Constitución de 1857 establecía:
- República Federal, representativa y democrática.
- Respeto a las garantías individuales (libertad, igualdad, seguridad y propiedad).
- Libertad de enseñanza. La iglesia hasta ese momento era la encargada de la educación, pero favorecía la participación de otras instituciones en este campo.
- Supresión de votos religiosos
- Confirmaba las ratificaciones de las Leyes Juárez, Iglesias y Lerdo.
Promulgaba la Constitución el 5 de febrero de 1857, Ignacio Commonfort fue electo presidente constitucional y Benito Juárez vicepresidente.


Reacción contra la Constitución de 1857

El 1 de Diciembre de 1857, Comonfort tomó posesión como presidente de la República, jurando solamente que respetaría la Constitución. Pero Comonfort temió que ésta fuera demasiado radical para el país, y empezó a dudar de que se pudiera gobernar con ella.

La duda de Comonfort obedecía en arte a su ideología moderada y en parte a los problemas que se iban presentando con la reacción en contra de la constitución. Como la constitución atacaba a grupos privilegiados de la sociedad, no tardaron en aparecer los problemas, principalmente de moderados y conservadores, que desconfiaban de la eficiencia de la constitución. Además 1856 había sido un año difícil. Comonfort, como presidente provisional, tuvo que hacer frente, en varios movimientos, el principal fue el conocido como rebelión de Zacapoaxtla.


Por otra parte, la situación económica no había mejorado, a pesar de que se habían vendido veintitrés millones de pesos de bienes del clero, pues buena parte de ellos se pagó en bonos y las entradas en efectivo fueron sólo de $657 308.00


Plan de Tacubaya

Como era de esperarse, pronto estalló otro movimiento de mayor alcance contra la constitución. Félix Zuloaga se pronunció con el Plan de Tacubaya en diciembre y unos días después Comonfort se adhirió a ese Plan, y para debilitar el orden constitucional, encarceló a los presidentes de la Suprema Corte, Juárez, y de la Cámara de Diputados. Comonfort pensaba que con este pronunciamiento contra la constitución sería más fácil pacificar al país, pero se vio que lejos de calmar los ánimos los exaltó. Los liberales le reprochaban haber abandonado el orden constitucional, los conservadores le exigían desconocer la Constitución de 1857. En Enero de 1858 Félix Zuloaga se pronunció en contra de Comonfort pidiendo fuera destituido de la presidencia. Comonfort liberó a Benito Juárez, quien había sido hecho prisionero, y más renunció y abandonó el país.

Guerra de Reforma

Antecedentes
La reforma liberal y su impacto en las corporaciones civiles y eclesiásticas

La Guerra de Reforma de México, también conocida como la Guerra de los Tres Años, transcurrió desde el 17 de diciembre de 1857 hasta el 1 de enero de 1861. Una vez derrotado Santa Anna se designó al general Juan Álvarez presidente interino, mientras el Congreso Constituyente elabora una constitución y elegía al presidente definitivo. Los triunfadores del Plan de Ayutla eran liberales aunque no todos compartían las mismas ideas. Por ejemplo, Ignacio Comonfort era liberal moderado mientras que Melchor Ocampo pertenecía a los radicales. Los liberales radicales deseaban aplicar medidas drásticas que cambiaran a la sociedad, querían reformar al país a corto plazo. Los liberales moderados pretendían que las nuevas ideas se aplicaran lentamente.

A fines de 1855 Juan Álvarez enfermó y, por ello, quedó como presidente provicional Ignacio Commonfort, liberal moderado, quien, aunque su actitud política era conciliadora, tuvo que actuar a favor de la causa liberal radical. Ignacio Commonfort, que había pensado en una reforma lenta, presionado por los liberales puros y en los hechos obligados por los conservadores que combatieron su gobierno, publicó medidas radicales, entre ellas la Ley Iglesias y la Ley Lerdo que afectaron a la sociedad, sobre todo, la última mencionada por sus efectos profundos en las corporaciones civiles y eclesiásticas.


Ley Juárez

En el gobierno interino de Juan Álvarez se dio el primer decreto reformista, el cual fue elaborado por Benito Juárez, de ahí que se le conozca como Ley Juárez. Esta ley prohibía a los tribunales eclesiásticos y militares que en adelante conocieran sobre delitos civiles. Acerca de esta legislación, tanto la iglesia como el ejército tenían ciertos privilegios o fueros, uno de ellos era tener tribunales especiales, Juárez no se los quita pero, con la idea de establecer igualdad jurídica de los mexicanos, les prohíbe tratar sobre negocios civiles.

La ley Juárez hirió a la Iglesia y al ejército, los cuales se prepararon para la lucha, pero no le tocó a Álvarez enfrentarse a los problemas que la Ley Juárez provocaría.


Ley Iglesias

La ley Iglesias, dada por José María Iglesias, en abril de 1856, eximía del pago de derechos y obvenciones parroquiales a las clases populares. La iglesia cobraba dinero extra por servicios de ceremonias y había gente que no tenía dinero para pagarlo, así se prohibía que las personas pobres pagaran por servicios religiosos como bautizos y bodas. Esta ley es heredera de un ideal liberal de controlar a la iglesia, limitando su poder, que tiene su antecedente en la Revolución Francesa. Los sacerdotes serían algo así como servidores o empleados públicos con un salario fijo y por eso no deberían tener una utilidad extra por su trabajo. La obvención, en ese sentido se identificaría con corrupción, con aquel empleado que sin merecerlo cobra mas de lo debido por su servicio.


Ley Lerdo

La Ley Lerdo, elaborada por Miguel Lerdo de Tejada, desamortizaba fincas rústicas y urbanas, que eran propiedades de corporaciones civiles y religiosas.
La iglesia (corporación religiosa) y las comunidades indígenas (corporación civil) tenían propiedades en bienes raíces o inmuebles, o sea, terrenos y casas, que consistían en fincas que no producían, eran, por tanto, bienes estancados o amortizados. Esas tierras sin cultivo eran las tierras a desamortizar, para crear pequeños propietarios, aun entre los campesinos. En esa Ley, Lerdo quería que las propiedades desamortizadas pasaran a poder de particulares destruyendo así la propiedad comunal indígena.
La ley decía que cualquier ciudadano mexicano podía adquirir tierras desamortizadas, con el simple hecho de denunciarlas y pagar por su valor. En ese sentido, teóricamente, los mismos indígenas desposeídos de sus tierras comunales podían comprarlas, a título personal o a nombre de su comunidad, porque éstas, como corporaciones civiles, estaban sujetas a la Ley Lerdo.

Quienes se vieron beneficiados fueron los antiguos hacendados y autoridades locales y estatales que rápidamente adquirieron propiedades. Los indígenas por su misma pobreza no pudieron comprar tierras y tampoco pudieron rescatar las suyas.

La Ley Lerdo, desamortizaba las propiedades de la iglesia y de las comunidades indígenas para que pasaran a poder particular.

Como resultado el indígena se empobreció más porque sus propiedades las alquilaban a particulares, a fin de obtener mayores ingresos para gastos municipales, obras públicas, fiestas religiosas y para socorro por alguna adversidad inesperada. Sin esta fuente de ingresos, y sin tierra, el indígena se vio obligado a vender su mano de obra, convirtiéndose en peón.